EXPERIENCIAS HUMANAS

Las olas. Un mar reflectante de la intensa luz del sol, color cristalino. Su agua tibia cuenta con imperfecciones: las olas. El viento las levanta, como la vida del ser humano, se ierguen, alcanzan un punto máximo, que si bien es cierto, dura poco. De repente, comienzan a decrecer, impulsadas de nuevo por el viento, se retuercen. Cuando ven que el final está próximo, llega su momento. La espuma, las burbujas.
Puede ser que la vida y el amor corran la misma suerte, ambos se asemejen a la historia de una ola. Corta, sí; pero embriagada de pasión, difícil y cargada de fuerza.

"Sentir el destino como un sueño es dejarse llevar por los momentos así como una pluma en el viento, seguir el rumbo de las olas del mar es entregar el cuerpo a la arena" - Anónimo.

jueves, 27 de enero de 2011

Kasimiro y Kimberly Unión

"Entonces eres... ¿retrasado, frigobertín?" - dice Kasimiro
"No soy retrasado, soy un vampiro. Y... me llamo Bertin Osborne." - dice Frigobertín.
¿No jodas? - Kashimiro se saca un capote de torero i le dice. "¡Amo ea Kiyo!" Frigobertín pasa por debajo del capote y emite un mujido.
"Ostia, pues toreas bien." - dice Frigobertín.
"Pues... no veas como clavo la espada." - comenta Kasimiro.
"Clavamela" – exige Frigobertín.
"Mmm... no soy maricón. De todas maneras, conozco a uno que sí lo es" – La escena se tiñe de negro. Los focos de la grabación cinematográfica enfocan a Kimberly, con la katana en la mano. Pega un salto, y está con ellos dos.
"¡Adelante Oliver!" - dice Kimberly. Y Oliver ejecuta un disparo, de mucha potencia, que pega un ostiazo en la cara de Frigobertín.
"Joder, ¡menuda parada! Ahora s"e te ha quedado cara de mazapán" – dice Kasimiro.
"Mazapán el que te voy a dar yo – recrimina Frigobertín.
"Eh, eh. No te pases un puto pelo" - Dice Oliver mientras se va a por otro balón. ¡Ah, no! No se ha ido a por otro balón, se ha ido a por un guante de Benji. ¡Ostia puta! Se lo mete en la cabeza a presión a Frigobertín.
Kasimiro se lleva a Frigobertín en brazos. Tiene una nueva técnica. Irá tocando chochos con el cabeza-guante de Frigobertín. No es mala idea. Va a una tía, a otra, a otra. No las mata de milagro. Cuando les mete el guante en que está la cabeza de Frigobertín parece como si les metiese un cocotero por el chocho. <>
Kasimiro tira por un precipicio a Frigobertín. Fijo que está muerto, piensa para sí.
Kasimiro se dirige a la casa de su madre. Los médicos la han salvado. Al menos está bien, o eso parece, se recuperará en unos días.
"Luna me ha dicho, que si no la echas un polvo me pierde el chocho" – dice su madre.
"¡Ah!¿que lo tiene ella?" - pregunta kasimiro.
Sí, me ha dicho que ella le guarda por ahí hasta que te la folles.
"¿No digas? "
"Sí sí."
Kasimiro sale escopetao a casa de Luna. Una caricia prohibida, un gemido, un resoplido, un susurro, un beso. ¡Menudo polvazo! Luna no sabe lo que desde entonces se estará gestando en su interior.
"¿Edward Cullen?"
"No... ¡coño!..." xDDDDDD

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