EXPERIENCIAS HUMANAS

Las olas. Un mar reflectante de la intensa luz del sol, color cristalino. Su agua tibia cuenta con imperfecciones: las olas. El viento las levanta, como la vida del ser humano, se ierguen, alcanzan un punto máximo, que si bien es cierto, dura poco. De repente, comienzan a decrecer, impulsadas de nuevo por el viento, se retuercen. Cuando ven que el final está próximo, llega su momento. La espuma, las burbujas.
Puede ser que la vida y el amor corran la misma suerte, ambos se asemejen a la historia de una ola. Corta, sí; pero embriagada de pasión, difícil y cargada de fuerza.

"Sentir el destino como un sueño es dejarse llevar por los momentos así como una pluma en el viento, seguir el rumbo de las olas del mar es entregar el cuerpo a la arena" - Anónimo.

jueves, 27 de enero de 2011

La vuelta de Kashimiro - By Kuki

"No puedo creer lo que me esta pasando, han pasado dos semanas desde que estoy aquí con Luna, y soy feliz, soy feliz porque se porta muy bien conmigo y lo pasamos muy bien juntos, además, en todo este tiempo no he pensado en tropezarme delante de ella ningún día, y eso tiene que ser por algo. No se como estará mi madre, pero seguro que lo está pasando mal, y ese tal Rigobertín, que estará haciendo, ¿será él el de los asesinatos?, tendré que hablar con Luna un poco más sobre él, pero lo mas raro de todo es lo de la nota de mi bolsillo, ponía "Rigobertín", tuvo que ser él quién lo escribió, nose. Mi madre cuando me encontró en el callejón me contó que había visto chochos tirados por el suelo, y que por eso se cercioró de que yo estaba por allí, pero yo me desperté directamente en el callejón, asique tuvo que ser otra persona, ojalá se solucione todo pronto"

Kasimiro y Luna llevaban dos semanas juntos en la casa, salían a dar algún paseo por el pueblo vacío y estaban muy contentos los dos. Se llevaban muy bien.

Kasimiro y Luna se encontraban en el salón, era de noche, hacía mucho frío y estaban los dos tiraditos en el sofá viendo la televisión, entonces Kasimiro la preguntó, "oye Luna ¿me puedes contar alguna cosa sobre Rigobertín?, ¿a ti nunca te intento hacer nada?", entonces Luna le miró y le contestó, "mira Kasimiro, ese tal Rigobertín le hacía la vida imposible a la gente del pueblo, y conmigo también lo intento, incluso llegó a entrar en casa, y cuando estaba apunto de tocarme el chocho le di una patada en la cara, y me fui por ahí, desde ese momento me la tiene jurada pero no ha vuelto a por mí, de todos modos no sabe donde estoy porque yo antes vivía dos calles mas abajo, asique yo creo que no sabe donde estoy ahora, de todos modos es un chico peligroso, pero no es como tú, tu eres una buena persona, él no, tu no matas a nade y el sí", Kasimiro la miró y la dijo, "tu eres una persona muy especial para mí", y Luna se apoyo en su pecho y se echaron a dormir.

En la madrugada Kasimiro se despertó, apartó a Luna un poco y la dejo apoyada en e sofá bien tapada con una manta, la miró las tetas, dijo "ufff", y se fue hacia el baño. Una vez allí se miró al espejo y dijo, "Luna me ha cambiado el aspecto, pero no se si será suficiente, no soy un ditto para transformarme en otra persona, no se si es buena idea ir así a casa, además la gente me reconocerá, alomejor debería ir a la policía", en ese momento sonó el móvil de Kasimiro, Kasimiro contestó:

-¿Sí?
-Hola Kasimiro
-¿Quien eres?
-Soy el que te sacó de aquel maravilloso ataúd
-!Dime quien eres ahora mismo!
-Jaja, no deberías esconderte en casa de Luna mas tiempo...
-¿Como?,¿Como sabes donde estoy?
-Es fácil, bueno te dejo, y te recomiendo que vuelvas a tu casa cuanto antes....
-No no me cuelgues
-.........

Se colgó el teléfono, Kasimiro ya si que no entendía nada, dejo una nota escrita en un papel al lado de Luna y se fué. En la nota ponía:

"Luna, he tenido que irme, te prometo que nos volveremos a ver, pero no puedo estar mas tiempo aquí, he marchado a casa, recibí una llamada rara, protégete, y no abras la puerta a nadie"

Kasimiro salió de la casa escopetado, rompió la ventanilla de un coche, hizo un puente, y tomo rumbo a su casa. Llegó antes del amanecer, y sin hacer mucho ruido Kasimiro abrió la puerta de su casa, y nada mas abrirla se encontró a su madre en el suelo, sangrando por el chocho, Kasimiro la abrazo, y la dijo que la quería, y su madre le dijo, "Hijo has vuelto", Kasimiro respondió, "Sí mama, no te preocupes que estoy aquí". La madre de Kasimiro le pidió a su hijo que le acercase el teléfono y ella misma llamó a una ambulancia. "Kasimiro hijo, va a venir la ambulancia, tienes que esconderte, además, todo el mundo te esta buscando", Kasimiro la respondió, "Da igual mama, yo me quedo contigo, dime quien te ha hecho esto", y su madre le miró y le dijo, "No lo sé, no le conocía, entró en casa y me desgarró, después me dijo que te llamaría por telefono". Kasimiro se enfadó, salió pitando de su casa al oír a la ambulancia, se subió en el coche y se dirigió hacia aquel callejón, todavía no era de día. Kasimiro llegó a aquella callejuela y vió una sombra, se acercó y se encontró con un chico de su misma edad, que se le quedó mirando fijamente y le dijo, "Hola Kasimiro, ¿como estás?", Kasimiro respondió, "¿Tu eres Rigobertín verdad?", el chico comenzó a reir y contestó, "No, no soy Rigobertín, mi nombre es Zapdos", Kasimiro se quedó impresionado y dijo, ¿Zapdos?, y el chico le miró y le dijo, "No coño, es una broma, claro que soy Rigobertín", entonces Kasimiro se guardó la ultraball.

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